lunes, 21 de diciembre de 2015

Mystic river, de Dennis Lehane

Reseña de Mystic river, de Dennis Lehane, por  Patricia López Garrido.

Cuando elegimos Mystic river, de Dennis Lehane, en el Club de Lectura de Parla Este no me convenció demasiado. De hecho, antepuse unos cuantos libros pendientes y lo empecé a leer tan solo diez días antes de la reunión. Cuando lo comencé, sentí que me pasaba lo mismo que con El gran Gatsby, de Francis Scott Fitzgerald: la traducción. No me sentía cómoda leyéndolo, a pesar de que la historia en sí tenía ese algo. Pero fui pasando las páginas y esa sensación desapareció.

Sean, Jimmy y Dave son tres niños amigos que vivieron una experiencia que marcaría sus vidas para siempre: jugando un día cualquiera en la calle, unos desconocidos hicieron subir a Dave, en presencia de los otros dos, a un coche, y después desaparecería durante días. Lo que le pasó a Dave nadie lo sabe pero todo el mundo lo imagina. Desde entonces, los tres niños crecen en circunstancias muy distintas y por caminos diferentes aunque su destino parece unido.

Dos décadas después, Kate, una de las hijas de Jimmy, aparece muerta cerca de un parque de la zona en la que viven. La noche del supuesto asesinato, Dave llega tarde a casa tarde, embadurnado de sangre y con una coartada que no acaba de convencer a su mujer. Por su parte, Sean, tras varios años sin contacto con sus amigos de la infancia, será el encargado de resolver el asesinato de Kate.

A partir de entonces se abre una investigación en la que todo apunta a que Dave es el sospechoso principal y de la que hay que estar muy atento a los detalles porque son fundamentales en la resolución del caso. Entre medias, se descubren las rencillas de un barrio marginado en el que hay demasiadas heridas cerradas a la fuerza y en el que las traiciones se pagan con sangre.


En mi opinión, Mystic river es otra novela negra. Lo que más me gusta de ella es la descripción de cómo es la vida en un barrio marginal, cómo evoluciona su gente y cómo se forman sus vidas tras esas “mafias” en este tipo de suburbios. Solo me gustaría destacar un párrafo con una reflexión de Jimmy tras enterarse de la muerte de su hija: 

Una vez me contaron que la madre de Hitler estuvo a punto de abortar, pero que cambió de opinión en el último momento. También me contaron que él se marchó de Viena porque no podía vender sus cuadros. Ya ves, Sean, si hubiera vendido un cuadro o su madre hubiera abortado, el mundo sería un lugar muy diferente, ¿comprendes? O, por ejemplo, digamos que pierdes el autobús por la mañana y, mientras tomas la segunda taza de café, te compras un boleto de rasca y gana, que va y sale premiado. De repente, ya no tienes que coger el autobús. Puedes ir al trabajo en un Lincoln. Pero tienes un accidente de coche y te mueres. Y todo eso porque un día perdiste el autobús

lunes, 19 de octubre de 2015

Vestido de novia, de Pierre Lemaitre

Reseña de Vestido de novia, de Pierre Lemaitre, por Patricia López Garrido.

Un cambio de género en el Club de Lectura Parla Este para animar al personal. Y salió elegida una novela de Pierre Lemaitre, premio Goncourt 2013. Como suele pasar con escritores premiados que gustan, las editoriales sacan del baúl de los recuerdos escritos anteriores que, en algunos casos, como el de Murakami, según dicen sus fieles, son obras maestras. En otros, se recupera el desastre.

No se puede decir que Vestido de novia sea un libro poco entretenido porque, a decir verdad, tal y como me pasó con La chica del tren, lo he leído rápido y me he mantenido enganchada en muchos tramos. Lo que entiendo es que a los lectores más ávidos de thrillers o policiaco se les quede corto.

Soy de ese tipo de personas a la que casi todo (por no ser muy extremista y decir todo) en un libro o en una peli le tiene que cuadrar trasladado el argumento a la realidad. Y la mayor parte de las veces lo paso mal porque normalmente hay muchos elementos que chirrían. En Vestido de novia esa sensación se acrecienta: hay cosas inverosímiles, giros forzados, situaciones pasadas de rosca… Peli de serie B.

Pero, ¿a quién no le entretiene una peli de serie B un domingo por la tarde de invierno? Ya sabes que va a haber sobreactuaciones, tramas imposibles, personajes estereotipados, un final previsible y decadente… Sin embargo, te relajas en el sofá y te dejas llevar. ¿Por qué no?

jueves, 30 de julio de 2015

Za za, emperador de Ibiza, de Ray Loriga

Reseña de Za za, emperador de Ibiza, de Ray Loriga, por Silvia Calatrava.

Cuando Za Za, el emperador de Ibiza llegó a mis manos, no sabía nada ni de su argumento ni de su autor. Es uno de esos libros de los que si no es porque alguien te lo recomienda expresamente, no habría sabido de su existencia. En cualquier caso, una vez comienzas a leer este libro de Ray Loriga no puedes dejar de leerlo.

Esto no quiere decir que sea uno de esos libros que te enganchan por su compleja trama o porque esté escrito de forma tan sumamente atractiva que no puedes dejar de leerlo. “Za Za, el emperador de Ibiza” es un libro escrito de forma desordenada en el que el autor expone una idea tras de otra sin que el lector acierte a adivinar qué tienen que ver exactamente con la historia y éste y no otro, es el motivo de que resulte adictivo. El autor crea en el lector una especie de ansia por saber cómo continuará la historia y cómo será capaz de encajar todas las piezas ha ido creando en este puzzle.

A título personal, he de decir que hasta que leí el último capítulo del libro no fui capaz de decidir si me gustaba. A medida que iba leyendo páginas, la historia se convertía en algo muy complejo y (¿por qué no decirlo?) extraño que no era capaz de imaginar cuál podía ser el final de la misma.

En realidad el argumento del libro se basa en la vida de Za Za, un extraficante asentado en Ibiza que vive intentando no llamar demasiado la atención y disfrutando de su rutina y de las pequeñas cosas que la isla le puede proporcionar. Todo esto cambia cuando un barco con su nombre llega a la isla y diferentes personajes empiezan a hacerle visitas y a hablarle de una nueva droga que puede proporcionarles grandes ganancias. Sin tener conocimiento de lo que estos personajes quieran que haga Za Za se embarca en una aventura en la que empieza a aceptar todo lo que la vida le pone en su camino sin preocuparse en exceso del cómo, cuándo o por qué.

En conclusión, un libro que merece la pena leer por su singularidad.

lunes, 27 de abril de 2015

Alguien dice tu nombre, de Luis García Montero

Reseña de Alguien dice tu nombre, escrita por Patricia López Garrido.

Alguien dice mi nombre. Con la P. La P es la letra de los Plebeyos. Del Primer amor. Es la inicial de mi ciudad favorita, París, y de mi pueblo, Parla. De Paul, Auster. De la Periodista que soy. Y de la Profesora que me gustaría ser. Es la P de la Pasión, del Pálpito acelerado de mi corazón, de la Palidez de mi piel, de la Paciencia que no tengo, de las Páginas que me quedan por escribir, de mi Padrino, te adoro. La P, de Patricia.

No tengo a mano la enciclopedia de la Editorial Universo para ver cómo define cada una de estas palabras. Pero, desde luego, me puedo imaginar a los comerciales de la delegación de Granada frente a mí haciendo el relato. Especialmente a Vicente, ese personaje secundario que todo lo inunda. A su lado, sentada muy recta, con una chaqueta fina de punto por encima de los hombros y gafas de pasta, está Consuelo, la secretaria.

El recién llegado, León Egea, todo lo mira, todo lo observa, opina, saca conclusiones. Pero en esta novela de Luis García Montero, nada es lo que parece. Tiene forma de novela y, sin embargo, es pura poesía. Te enreda en el universo de una trama aparentemente sencilla para después descolocarte por completo en las últimas páginas.

Son muchas las palabras que definen a esta novela y, aunque el juego con la P es tan solo algo que comprenderá quien se acerque a ella, me apetece seguir el camino. Porque en Alguien dice tu nombre, la P es la inicial de tres conceptos fundamentales que le dan sentido: la Palabra, la Pasión y los Principios. Ahora lo veréis.

Las Palabras

León Egea Extremera es un estudiante de primer curso de Filosofía y Letras. Corre el caluroso y seco verano de 1963 en Granada cuando su profesor de literatura le encuentra un modesto trabajo como comercial de la enciclopedia en la Editorial Universo. Allí conocerá, guiado por Vicente Fernández Fernández, los entresijos de la profesión o, al menos, eso piensa él. Aunque poco importa, porque León Egea en realidad quiere ser escritor, ama la literatura y gracias a ello tenemos entre manos su diario, sus sentimientos, su vida.

La Pasión

Gracias a este cuaderno somos testigos del primer amor de León Egea, de un verano entero a escondidas con una mujer diecisiete años mayor que él; una mujer diferente, apasionada y apasionante. Un amor que empieza como la mayoría, de una manera sencilla, progresiva, casi sin darte cuenta.

Los Principios

A lo largo de las páginas encontramos pistas de la rebeldía de León, de su carácter, de su escasa tolerancia a la indiferencia. La novela es un homenaje a los que no son indiferentes, a los que luchan por algo, a los que no tienen miedo.

Son las Palabras, la Pasión y los Principios, nada más y nada menos, lo que mueve a León Egea durante toda la novela. Eso sí, de manera lenta, como un verano caluroso en una ciudad de provincias. Solo hay que dejarse llevar por la brisa caliente que azota a los días de verano y refrescarse cada vez que vuelve el agua a las cañerías. Ahora, no conviene dormirse en los laureles porque el viaje es tan plácido que el final llega de sopetón. Vale más abrir los ojos y permanecer atento.

Patricia López Garrido
www.reporteraliteraria.com

jueves, 26 de marzo de 2015

Las aventuras de Alfred y Agatha, de Ana Campoy

Reseña de Las aventuras de Alfred y Agatha, de Ana Campoy, escrita por Mercedes Ordóñez.

Ponerse delante de un papel en blanco y contar no una historia si no, por ahora, siete nos habla de una escritora, Ana Campoy, con bastante talento, curiosa, con imaginación y con capacidad para conectar con los niños a los que va dirigida esta aventura literaria.

"Las aventuras de Alfred & Agatha" se basan en las figuras de dos maestros de suspense y el misterio: Agatha Christie y Alfred  Hitchcock. ¿Que hubiera pasado si se hubiesen conocido en su infancia?... Pues seguramente se hubieran embarcado en grandes aventuras y en la solución de curiosos casos y misterios. En estos casos van siempre acompañados de una perrita de gran personalidad llamada Victoria Scarlett Jones-Bohermar, llamada cariñosamente Morritos y que se caracteriza por ser una beagle con dos rabitos tan inteligente y aventurera como se dueña Agatha.

Agatha creará la agencia de detectives Miller&Jones (Miller por el apellido de soltera de Agatha Christie y Jones por el apellido de Morritos) a la que se unirá  el personaje de Alfred. La diferencia de clase social, clase media alta la niña y clase burguesa el niño, no es un problema entre ambos ya que tienen intereses e inquietudes comunes con lo cual se complementan perfectamente.

En estos libros encontramos a personajes de la época acompañando a los niños: Edison, los hermanos Marx, Sarah Bernhardt, Alma Lucy Reville (esposa de Hichcock), Conan Doyle (cuyo personaje Sherlock Holmes influyó en Agatha Christie para crear a Hércules Poirot)... e inventos que marcaron ese tiempo, como por ejemplo el telégrafo o el cine, constituyendo un buen escaparate de la época.

En la resolución de los casos los tres personajes tienen que enfrentarse a sus limitaciones y sus miedos consiguiendo esclarecer los hechos tras investigaciones en las que el propio lector puede participar.

En definitiva, entretenido y lectura muy recomendable para niños y adultos que quieran distraerse con sus hijos.

¡Enhorabuena a Ana Campoy y a la editorial Edebe por apostar por los futuros lectores!

Mercedes Ordóñez
http://www.clubdelecturaparlaeste.blogspot.com

lunes, 9 de marzo de 2015

El Gran Gatsby, de Francis Scott Fitzgerald

Reseña de El Gran Gatsby, de Francis Scott Fitzgerald, escrita por Johan R. Wilbur.

“Incluso aquella tarde tuvo que haber algún momento en que Daisy no estuviera a la altura de sus sueños, no tanto por culpa de la propia Daisy, sino por la colosal vitalidad de su propia ilusión. Su ilusión iba más allá de Daisy, más allá de todo. Y a esa ilusión se había entregado Gatsby con una pasión creadora, aumentándola incesantemente, engalanándola con cualquier pluma que cogiera al vuelo. No hay fuego ni frío que pueda desafiar a lo que un hombre guarda entre los fantasmas de su corazón”.

Este es uno de los cientos de fragmentos con los que me he quedado de la obra más famosa de F. Scott Fitzgerald. Si bien no creo que sea de los más famosos sí que creo que es uno de los que mejor define al personaje alrededor de quien ocurre toda la novela que nos cuenta.

Toda la historia que Nick Carraway, nuestro narrador, nos cuenta empieza cuando decide viajar a Nueva York para trabajar en la bolsa y se muda a una pequeña casa entre dos grandes mansiones para pasar el verano, y poco después, en una fiesta de las cientos que monta normalmente llenas de opulencia y exceso es cuando conoce a su vecino Gatsby.

Nick nos cuenta una historia de amor y traición bañada toda ella por un infinito desprecio por la alta alcurnia a la que, de una forma quizás menos intensa que el resto de los personajes que le acompañaran en la novela, él también pertenece aunque no le guste. Conoceremos también a Daisy Buchanan, la prima de Nick, a su marido Tom y a una amiga de ambos llamada Jordan por la que Nick se sentirá interesado durante buena parte del verano… Y por supuesto, conoceremos a Jay Gatsby, un millonario misterioso al que todo el mundo adora, debido a las grandes fiestas que brinda, pero al que nadie parece conocer realmente.

¿Quién es Gatsby?¿De dónde ha salido?¿Que pretende con tanta generosidad hacia gente desconocida? 

Son algunas de las preguntas que Nick poco a poco y con una manera de narrar que a mí, personalmente, entre lo poética y lo mordaz que es, me ha vuelto loco, responderá a lo largo de toda la historia hasta llegar al desenlace que… Bueno, de nuevo, no voy a contaros.

De entre las múltiples lecturas que se le pueden sacar, a mí El Gran Gatsby me parece un retrato de la alta sociedad en los años posteriores a la gran depresión bastante conseguido debido sobre todo a los contrastes tan fuertes que muestra una y otra vez.

Tenemos a los personajes pertenecientes a la alta sociedad. Ricos porque sí. Los vemos todos los días fumando, perdiendo el tiempo en fiestas, divagando sobre sí ocupar su tiempo en una u otra diversión. En contra a estos, nos muestra una parte de la sociedad más trabajadora y responsable, pero hundida en la más absoluta pobreza obrera.

Luego tenemos a Tom Buchanan, un tipo serio y recto como pocos, invadido por los prejuicios y el racismo y con la ferviente creencia de que pertenece a una clase superior a la que ni con dinero a espuertas se puede acceder porque solo unos pocos son los elegidos para formar parte de ella. En contra tenemos a Gatsby, un tipo optimista, (en exceso diría yo) con unas creencias bastante románticas y utópicas y que no tiene problema alguno en pensar que esa clase a la que el resto de los personajes pertenece es creada en torno al dinero exclusivamente.

Y por último tenemos también a las mujeres, que… bueno, personalmente odio a Daisy cosa mala. Jordan me parece una hipócrita y del resto pues poca puedo añadir.

Iremos viendo la verdadera personalidad de esa “elite” de nuevos ricos. Observando como Fitzgerald retrata una oda a la superficialidad y a la hipocresía que embadurnaba a esa clase de gente. Como son capaces de ignorar lo peor que hacen en pos única y exclusivamente de la apariencia y nos embargara un sentimiento de injusticia y desamparo atroces al llegar al final.

En fin, hay que leer obligatoriamente El gran Gatsby, al menos una vez. La veo como una obra, pese a estar ambientada en el Nueva York de los años veinte, bastante atemporal y la forma de narrar del autor me encanta.

Es fácil, si no te gusta la parte de novela romántica, te gustará la parte de la crítica de la hipocresía y falsedad de la sociedad. Y si no, como mínimo, te encantará el personaje de Gatsby en sí mismo. Así de simple.

Johan R. Wilbur
Cronicasdesdeelfindelmundo.wordpress.com

lunes, 2 de marzo de 2015

Reunión 17: Detectives por unas horas

Estoy muy feliz porque este fin de semana tenemos reunión del Club de Lectura de Parla Este pero, sobre todo, porque el encuentro de este mes es muy muy especial.

Primero porque viene una estupenda escritora y mejor amiga a visitarnos, Ana Campoy, y lo hará acompañada de sus pequeños, Las aventuras de Alfred y Agatha, una colección de siete libros dedicada al público infantil-juvenil que atrapa a adultos por igual.

Segundo, porque esta reunión la haremos en la librería más chula de Parla, la Librería Carmen y porque, al término, sobre las 12 de la mañana, todos los niños que quieran apuntarse van a convertirse en detectives por unas horas.

Os esperamos en la Librería Carmen (encuéntrala en el mapa) el sábado a partir de las 12.

lunes, 16 de febrero de 2015

La Bibliotecaria de Auschwitz, de Antonio G. Iturbe

Reseña de La Bibliotecaria de Auschwitz, de Antonio G. Iturbe, escrita por Pilar Martín.

Entre la desolación y la muerte de un lugar como Auschwitz, Freddy Hirsch ha levantado en secreto una escuela donde los niños del bloque 31 pueden seguir una vida que de algún modo se asemeje a una infancia normal.

La escuela, cuenta con una biblioteca clandestina de apenas seis libros. Su bibliotecaria es Dita, una niña de 14 años que se ha hecho coser unos bolsillos grandes en su vestido para ocultarlos. A pesar de ser consciente de que si la descubren irá parar a la cámara de gas, o peor aún a la mesa de autopsias de Mengele, Dita cuida con absoluto amor y entrega su pequeña biblioteca porque estos libros son las puertas que le permiten escapar a través de su imaginación del campo de exterminio en el que se encuentra, y leyéndolos puede vivir las vidas de los personajes. Una vida que no está segura de si llegará a vivir en realidad.

Esta es una historia basada en hechos reales que describe el amor profundo por la cultura de un grupo de personas que pasan por distintos campos de concentración y exterminio. De la mano de Dita recorreremos Terezín, a las afueras de Praga, Auschwitz y Birkenau, pero sobre todo, compartiremos el amor por esa cosa tan peligrosa llamada cultura que tuvieron todos los profesores del bloque 31.

Pilar Martín López
http://www.clubdelecturaparlaeste.blogspot.com

lunes, 9 de febrero de 2015

Tokio Blues, de Haruki Murakami

Reseña de Tokio Blues, de Haruki Murakami, escrita por Patricia López Garrido.

Da la casualidad de que hoy, supuestamente el día más triste del año (el blue Monday), me toca reseñar la novela de un autor que tanto identifico con los días de apatía pero también de reflexión sin los que, a pesar de todo, la vida no podría continuar.

Llevaba ya un tiempo queriendo volver a Murakami. Hace años que leí Crónica del pájaro que da cuerda al mundo y, en aquella ocasión, como en esta, he experimentado esa sensación de adicción al universo que crea el escritor japonés para los lectores.

Y digo adicción porque Murakami es el rey de la melancolía pero tratada de una forma tan sutil, tan fina, tan ligera que te va enredando en la psicología de los personajes y no tienes más remedio que divagar sobre tu existencia a la vez que divagan los personajes que él ha creado para ti, para que te conozcas mejor a partir de ellos.

Tokio Blues es una novela que comienza con el recuerdo que provoca en el protagonista, Toru Watanabe, la canción Norwegian Wood de The Beatles. Este desencadenante le traslada (a él, y también a nosotros) dos décadas atrás, a los años de adolescencia en los que sufre por la sombra de un amor imposible.

Además de los protagonistas con nombre propio de la novela, todos con alguna “tara” emocional, los actores principales de Tokio Blues son la soledad, el alcohol, el sexo y el suicidio. Pero, ojo, que estos términos no te echen atrás porque ellos llevarán a los personajes a un punto de inflexión que deja paso a otras voces más optimistas como el amor o la amistad.

En esta reseña no quiero desvelar mucho sobre el argumento porque creo que merece la pena ir disfrutando con cada momento, con cada personaje, con cada situación, con cada canción y con cada libro. Basta con saber que, a pesar de ser un libro “blue” (en el mundo anglosajón el azul denota tristeza), la búsqueda de la identidad y la felicidad está latente en cada página. Lejos de ser un libro triste o deprimente es una reflexión para los que se quedan y apuestan por la vida, a pesar de las dificultades; para los que creen en el amor y en la existencia.

Como lector, desde luego, es un regalo disfrutar de una novela tan bien escrita, que te envuelve desde las primeras páginas, que no deseas terminar de leer a pesar de querer continuar avanzando en sus páginas. Además, nos acerca a la cultura japonesa aunque para comparar en condiciones tendré que leer algo de otro autor japonés.

El suicidio en Japón

Una de las impresiones con las que te quedas al terminar el libro de Murakami es que el suicidio es algo recurrente en Japón. Por eso, me puse a investigar por Internet y, efectivamente, la tasa de suicidios entre los japoneses es de las más altas del mundo. Las cifras varían dependiendo del organismo y sus parámetros de medición pero, consultando el último informe de la OCDE, situamos a Japón en el cuarto país que registra más suicidios por detrás de Corea, Hungría y Rusia. En el otro extremo, los que menos tasa contabilizan son Grecia, Turquía, México e Italia.

En Japón preocupan sobre todo los suicidios entre los jóvenes (en 2010 fueron más de un millar), situaciones que se reflejan bien en la novela de Murakami (aunque el libro se sitúa a finales de la década de los 60 y principios de los 70).

Sin embargo, para que no cunda el pánico, recojo aquí una mención a un artículo de japonismo.com (http://japonismo.com/blog/cinco-mentiras-el-suicidio-en-japon) en el que se desbaratan de alguna manera los mitos sobre el suicidio en Japón a través de cinco razones:

  1. Japón no es el país con mayor tasa de suicidios del mundo, como ya hemos comentado antes.
  2. Tokio no es la capital del suicidio en Japón. Según datos del Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar, la tasa de suicidios es más alta en zonas rurales que en prefecturas con grandes ciudades.
  3. Los suicidas arrollados por trenes no son mayoría sino que el método de suicidio más utilizado en Japón es el ahorcamiento.
  4. La tasa de suicidios, en contra de lo que parece sobre todo por la cobertura mediática, está descendiendo.
  5.  Los japoneses no tienen razones diferentes para suicidarse. Los problemas de salud (47,7%) son la principal causa de suicidio, seguidos de los problemas económicos (23,8%), los problemas domésticos (12,2%), los problemas laborales (7,2%), los problemas amorosos (3,1%) y los problemas en la escuela (1,1%).
Patricia López Garrido

jueves, 8 de enero de 2015

Edad prohibida, de Torcuato Luca de Tena

Reseña de Edad prohibida, de Torcuato Luca de Tena, por Roberto Arias.

Estamos  ante un libro de otra época, ante un libro que quien no sea consciente de la historia reciente de España ,quizá no vea esos retazos del pasado...o quizás no tan pasado. En las páginas de este libro se nos retrata una sociedad donde la iglesia, representada por los curas maestros. decide  y juzga lo que está bien o no. Para entender esta sociedad hay que tener en cuenta el tiempo en el que transcurre la narración: en plena guerra civil española.

Son tiempos donde la iglesia católica, como opción religiosa, es la única considerada válida. En este contexto es donde se desarrolla la pubertad de nuestro grupo de amigos, protagonistas de la narración, los cuales se rebelan contra esa autoridad como es propio de adolescentes.

He ahí la idea que origina el titulo de la novela, “La edad prohibida”. “Prohibida” según la opinión de ese cura maestro que, con toda su buena intención, le explica a su alumno Anastasio que es por tener tan sólo 15 años que tiene ese cúmulo de sensaciones, dudas y sentimientos de culpabilidad cuando se aleja de ese “camino correcto” que marca la educación religiosa que ha recibido.

Visto con la perspectiva de los años, y quizás de la edad de este lector, este libro se me torna como un libro de otros tiempos, si no pasados, al menos lejanos. Nótese en la narración, incluso, varios apuntes del autor evitando escribir las palabras exactas que dirían los personajes o describirían algunos de los escenarios por no ser apropiadas para la imprenta.


Ante el calificativo de “prohibida”, ¿quién puede prohibir la vida? ¿el ansía de vivir?¿la curiosidad de aprender?¿la emoción de experimentar? Es en la pubertad donde, dicen, se forja la personalidad del individuo. Prohibir esa edad es como prohibir sembrar para recoger buen fruto después. Y al igual que cuando sale el sol la  semilla germina, cuando un niño quiere vivir, vive, curiosea, experimenta y vive; sigue su camino y crece, pese a que se lo quieran prohibir.

Roberto Arias
www.clubdelecturaparlaeste.blogspot.com

lunes, 5 de enero de 2015

Las ventajas de ser un marginado, de Stephen Chbosky

Reseña de Las ventajas de ser un marginado, de Stephen Chbosky, por Patricia López Garrido.

La verdad es que no soy muy dada a leer novelas protagonizadas por adolescentes. Me siento poco identificada con ellos porque creo que los caracteres que se les otorga están en cierta medida bastante alejados de la realidad de un adolescente tipo. Sin embargo, este año (es lo bonito de pertenecer a un club de lectura) he leído más de un libro de esta clase.

Por ejemplo, he lidiado con Holden, de El guardián entre el centeno, y con los adolescentes de la Nada de Janne Teller, especialmente con Pierre Anthon. Así que cuando se decidió por unanimidad en el Club de Lectura de Parla Este leer Las ventajas de ser un marginado, de Stephen Chbosky, pensé que me enfrentaría a otro rollo adolescente raro.

Y la verdad es que así fue. La novela es diferente en la forma y en el contenido. Pero con un matiz. Charlie, el protagonista, es totalmente adorable aun teniendo sus paranoias que, como cualquier adolescente, las tiene (y gordas).

Lo que realmente diferencia a Charlie de los otros adolescentes es que es un chico con una personalidad muy poco formada. Él es bueno por naturaleza y extraordinariamente inteligente pero tiene dificultades para darse a conocer tal cual es, principalmente, porque ni él mismo lo sabe.

Y esta indefinición con 15-16 años me concuerda más con la personalidad de una persona de esa edad en la que aún se están formando el cuerpo pero también los gustos y las aficiones a base de prueba-error. Una de las cosas que más me llamó la atención de Holden es que tuviera tan forjado su carácter y se conociera tanto y, por supuesto, de Pierre Anthon, que estuviera tan seguro de que el mundo no tenía significado.

Charlie, en cambio, va descubriéndose a sí mismo durante su primer año de instituto. Sus mejores amigos, Sam y Patrick, la relación con su hermana y con su profesor de literatura, Bill, van poco a poco sacando lo mejor de él. Afronta situaciones como el alcohol, el sexo o las drogas, con curiosidad y con las ganas de formar parte del grupo típicas de los adolescentes.

El personaje de Charlie sufre una transformación profunda en el transcurso de la novela. Desde el inicio, que coincide con el comienzo de las clases de instituto marcado por el suicidio de su mejor amigo, hasta el decisivo final que por supuesto no voy a descubrir, tranquilos, la evolución del personaje es excelente.

La forma en que está escrito el libro es fundamental para entender el contenido. Charlie escribe en forma de cartas a un amigo anónimo durante todo un año, desde el comienzo de un curso escolar hasta el final. Nos habla directamente a nosotros. El amigo anónimo eres tú, lector, y notarás cómo enseguida conectas con él. Es un libro repleto de frases para pensar pero nada enrevesadas en plan soy un crack, sino más bien se trata de reflexiones sinceras sobre las preguntas que surgen de la vida de repente empiezas a formar tu propio mundo.

Patricia López Garrido

La familia Fang, de Kevin Wilson

Reseña de La familia Fang, de Kevin Wilson, por Patricia López Garrido.

Ahora que tenemos encima  las Navidades y que nos juntamos con nuestras respectivas familias sufrimos más de cerca las rarezas de cada uno de sus miembros. Y, seguramente, amigos míos, no os falte razón. Nunca falta el tío bromista, el que bebe una copita de más o el tragón de turno.

Pero si pensáis que vuestras familias son raras es que aún no habéis leído el libro de Kevin Wilson, La familia Fang. La unidad familiar de los Fang (colmillo en inglés) está compuesta por Caleb y Camile, los padres, Niña A (Annie) y Niño B (Buster).

Caleb y Camille son dos artistas obsesionados con el arte vivo, las conocidas como perfomances.  Crean arte provocando situaciones que suscitan reacciones extremas en la gente  que tienen a su alrededor, sin que estsos sospechen que aquello que están presenciando es una representación llevada al extremo en un lugar y momento inadecuados  con el único fin de medir sus comportamientos.

Al nacer sus hijos, los Fang encuentran un filón en ellos para llevar su arte a otro extremo. Así que si crees en lo malos que fueron tus padres aquella vez que te castigaron sin razón alguna, deberías leer lo que Caleb y Camille Fan les hacen pasar a Niña A y Niña B.

Tanto es así que cuando se hacen mayores y se independizan, Annie y Buster son dos adultos con muy pocos recursos. En un momento dado tocan fondo y se ven obligados a volver a casa. Como no quieren formar parte de nuevo de los numeritos de sus padres se meten en su propio mundo pero justo unos días después Caleb y Camille desaparecen sin dejar rastro.

Confusos, Annie y Buster se transforman en detectives para descubrir si este nuevo episodio es una performance o algo real.

Patricia López Garrido
www.reporteraliteraria.com